Las impresiones que generó la costa de la Normandía en los pintores franceses del siglo XIX llegan ahora a la Royal Academy of Arts de Londres, en una exposición que muestra cómo esas playas del norte dejaron de ser sólo de los pescadores para convertirse en el "bulevar veraniego de París".
"Impressionists by the sea" (Impresionistas junto al mar) es el título de una exposición que, desde el 7 de julio y hasta el próximo 30 de septiembre, acoge sesenta interpretaciones de la costa francesa de artistas como Edouard Manet, Claude Monet, Pierre Auguste Renoir y Louis Eugene Boudin.
Durante el siglo XIX, la tranquila costa del norte francesa, con sus habitantes ganándose la vida en el mar, sufrió una importante transformación que la convirtió en la provincia de los veraneantes de París, en parte gracias a la rápida extensión del ferrocarril.
A la llegada del verano, la costa veía cómo sus playas, los pueblos de pescadores y los pequeños puertos se convertían en la extensión de la moderna vida urbana de la capital francesa, el llamado "bulevar veraniego de París", que también despertó la atención de los pintores impresionistas de entonces.
Ya desde 1820 en adelante, la costa de la Normandía ofreció innumerables paisajes marinos a los artistas, que capturaron su luz pero también los cambios económicos y sociales que experimentó.
Boudin, seguido de Monet y Manet fueron los pioneros en retratar los veraneantes recién llegados de "la ciudad de la luz" a la playa, con obras como "La plage à Troville" o "L'hôtel des Roiches Noires", ambas pintadas por Monet en 1870, pero que no se exponían juntas desde los años setenta.
"Sur la plage" es otro retrato de los veraneantes llegados de París, esta vez realizado por Manet en 1873, durante las tres semanas que pasó con su familia en la pequeña ciudad costera de Berck-sur-Mer.
A pesar de la fuerza que esta temática de moda cogió durante los setenta del siglo XIX, desapareció una década después en las últimas obras de Manet y sobre todo de Monet, quienes dieron la espalda a los parisinos y usaron su original técnica pictórica para capturar los efectos del clima y luz en la costa.
"Sus últimas pinturas se concentraron sólo en la playa, en cómo se encontraban el mar y la tierra. Es en esas obras sobre la soledad donde se ve a los artistas reflejados, a partir de sus descripciones del mar", explicó hoy el comisario de la exposición, John House.
Pero la exposición viaja también atrás en el tiempo y muestra escenas de playa pintadas a comienzos del siglo XIX por artistas que, como Whistler o Cazin, dotaron de contexto a la llegada de los impresionistas.
Creadas para ser expuestas en el Salón Oficial de París, estas obras son el punto de partida de una exposición que también acoge la romántica visión que de la playa aportaron Eugène Isabey y Paul Huet, así como las austeras representaciones realistas de Gustave Courbet.
"Impressionists by the sea", que en octubre viajará a Washington, presenta una panorámica del cambio experimentado por la costa francesa a través de los ojos de sus artistas, pinceladas llenas de color que, según House, animarán a más de un visitante a veranear este año en Normandía.
FUENTE: EFE
"Impressionists by the sea" (Impresionistas junto al mar) es el título de una exposición que, desde el 7 de julio y hasta el próximo 30 de septiembre, acoge sesenta interpretaciones de la costa francesa de artistas como Edouard Manet, Claude Monet, Pierre Auguste Renoir y Louis Eugene Boudin.
Durante el siglo XIX, la tranquila costa del norte francesa, con sus habitantes ganándose la vida en el mar, sufrió una importante transformación que la convirtió en la provincia de los veraneantes de París, en parte gracias a la rápida extensión del ferrocarril.
A la llegada del verano, la costa veía cómo sus playas, los pueblos de pescadores y los pequeños puertos se convertían en la extensión de la moderna vida urbana de la capital francesa, el llamado "bulevar veraniego de París", que también despertó la atención de los pintores impresionistas de entonces.
Ya desde 1820 en adelante, la costa de la Normandía ofreció innumerables paisajes marinos a los artistas, que capturaron su luz pero también los cambios económicos y sociales que experimentó.
Boudin, seguido de Monet y Manet fueron los pioneros en retratar los veraneantes recién llegados de "la ciudad de la luz" a la playa, con obras como "La plage à Troville" o "L'hôtel des Roiches Noires", ambas pintadas por Monet en 1870, pero que no se exponían juntas desde los años setenta.
"Sur la plage" es otro retrato de los veraneantes llegados de París, esta vez realizado por Manet en 1873, durante las tres semanas que pasó con su familia en la pequeña ciudad costera de Berck-sur-Mer.
A pesar de la fuerza que esta temática de moda cogió durante los setenta del siglo XIX, desapareció una década después en las últimas obras de Manet y sobre todo de Monet, quienes dieron la espalda a los parisinos y usaron su original técnica pictórica para capturar los efectos del clima y luz en la costa.
"Sus últimas pinturas se concentraron sólo en la playa, en cómo se encontraban el mar y la tierra. Es en esas obras sobre la soledad donde se ve a los artistas reflejados, a partir de sus descripciones del mar", explicó hoy el comisario de la exposición, John House.
Pero la exposición viaja también atrás en el tiempo y muestra escenas de playa pintadas a comienzos del siglo XIX por artistas que, como Whistler o Cazin, dotaron de contexto a la llegada de los impresionistas.
Creadas para ser expuestas en el Salón Oficial de París, estas obras son el punto de partida de una exposición que también acoge la romántica visión que de la playa aportaron Eugène Isabey y Paul Huet, así como las austeras representaciones realistas de Gustave Courbet.
"Impressionists by the sea", que en octubre viajará a Washington, presenta una panorámica del cambio experimentado por la costa francesa a través de los ojos de sus artistas, pinceladas llenas de color que, según House, animarán a más de un visitante a veranear este año en Normandía.
FUENTE: EFE
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