Una exposición, magna y única según sus promotores, reúne una selección de 34 piezas de escultura policromada de Gregorio Fernández (1576-1636) pertenecientes a las distintas etapas del imaginero gallego, algunas de ellas exhibidas por primera vez.
La muestra, titulada "La gubia del barroco" e inaugurada hoy en Valladolid, incluye piezas de diverso tamaño, desde conjuntos procesionales hasta tallas cedidas para la ocasión por treinta instituciones, entre ellas, el Museo Nacional de Escultura, la catedral de Valladolid, cofradías, iglesias, colegiatas y monasterios de clausura.
Uno de los dos comisarios de la exposición, Andrés Álvarez, ha detallado, en rueda de prensa, que la muestra recoge "obras de todas las etapas del artista", que se inició "con un manierismo tardío para pasar después a un pleno barroco".
El presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, José Miguel Román, ha destacado que algunas de las piezas "se pueden ver pocas veces por la clausura de los conventos".
Gregorio Fernández es "uno de los más grandes imagineros de todos los tiempos", ha considerado Román quien ha señalado que la exposición permite realizar un "recorrido intenso" por la iconografía de Gregorio Fernández.
La exposición presenta los rasgos principales de la obra de Gregorio Fernández, caracterizada por el delicado y ajustado tratamiento anatómico de las figuras cinceladas, a cuyos rostros y cuerpos imprimió una gran expresividad en forma de gestos contenidos y postizos en uñas, cabeza, ojos y regueros de sangre con los que acentuaba el drama de la pasión y muerte del redentor.
Dos sedes, localizadas en la secularizada iglesia de La Pasión y en la iglesia penitencial de la Vera Cruz, albergan esta selección de obras entre las que sobresalen los dos pasos o conjuntos conocidos como "La coronación de espinas" y "El descendimiento", que desfilan en las procesiones de la Semana Santa de Valladolid.
Otras de las principales esculturas expuestas del artista gallego, que se instaló en Valladolid con la llegada de la Corte en 1601 y vivió en esta ciudad hasta su muerte, son tres de sus cristos yacentes más emblemáticos y el Ecce Homo (1620) que saca en procesión la Cofradía de la Vera Cruz de Valladolid.
El fondo expositivo se complementa con dos lienzos de Diego Valentín Díaz, uno de los principales colaboradores de Gregorio Fernández en el policromado de las imágenes, y con varios documentos de la época entre los que figura la partida de defunción del célebre imaginero homenajeado, así como su lápida mortuoria.
El carácter didáctico de la muestra tiene en el paso de "La borriquilla", del siglo XVI, elaborado a base de cartón y cola, por considerarse uno de los antecedentes del tallado en madera policromada.
Entre las piezas también se encuentran algunas realizadas por los seguidores de su obra, representados por Andrés Solanes, con el paso de "La Oración del Huerto", y Luis Fernández de la Vega, con la obra "San José con el Niño".
Además, se puede ver material relacionado con la talla en madera como gubias, formones, una lija de piel de tiburón y utensilios para dorar las imágenes, "herramientas de la época que artistas como Gregorio Fernández utilizaban para realizar su obra", ha explicado el comisario de la muestra.
Muchas de las obras que reúne la exposición, financiada por Caja Duero en colaboración con el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León y que se puede ver desde hoy y hasta el próximo 24 de febrero, han sido rehabilitadas y limpiadas para esta ocasión, según ha señalado Román.
La inauguración de esta muestra precede a la celebración de un congreso, entre el 7 y 9 de febrero, sobre el contexto cultural, político y religioso en el que vivió Fernández, uno de los principales imagineros de la época, de origen gallego y que puso taller en Valladolid al hilo de la Corte.
La muestra, titulada "La gubia del barroco" e inaugurada hoy en Valladolid, incluye piezas de diverso tamaño, desde conjuntos procesionales hasta tallas cedidas para la ocasión por treinta instituciones, entre ellas, el Museo Nacional de Escultura, la catedral de Valladolid, cofradías, iglesias, colegiatas y monasterios de clausura.
Uno de los dos comisarios de la exposición, Andrés Álvarez, ha detallado, en rueda de prensa, que la muestra recoge "obras de todas las etapas del artista", que se inició "con un manierismo tardío para pasar después a un pleno barroco".
El presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, José Miguel Román, ha destacado que algunas de las piezas "se pueden ver pocas veces por la clausura de los conventos".
Gregorio Fernández es "uno de los más grandes imagineros de todos los tiempos", ha considerado Román quien ha señalado que la exposición permite realizar un "recorrido intenso" por la iconografía de Gregorio Fernández.
La exposición presenta los rasgos principales de la obra de Gregorio Fernández, caracterizada por el delicado y ajustado tratamiento anatómico de las figuras cinceladas, a cuyos rostros y cuerpos imprimió una gran expresividad en forma de gestos contenidos y postizos en uñas, cabeza, ojos y regueros de sangre con los que acentuaba el drama de la pasión y muerte del redentor.
Dos sedes, localizadas en la secularizada iglesia de La Pasión y en la iglesia penitencial de la Vera Cruz, albergan esta selección de obras entre las que sobresalen los dos pasos o conjuntos conocidos como "La coronación de espinas" y "El descendimiento", que desfilan en las procesiones de la Semana Santa de Valladolid.
Otras de las principales esculturas expuestas del artista gallego, que se instaló en Valladolid con la llegada de la Corte en 1601 y vivió en esta ciudad hasta su muerte, son tres de sus cristos yacentes más emblemáticos y el Ecce Homo (1620) que saca en procesión la Cofradía de la Vera Cruz de Valladolid.
El fondo expositivo se complementa con dos lienzos de Diego Valentín Díaz, uno de los principales colaboradores de Gregorio Fernández en el policromado de las imágenes, y con varios documentos de la época entre los que figura la partida de defunción del célebre imaginero homenajeado, así como su lápida mortuoria.
El carácter didáctico de la muestra tiene en el paso de "La borriquilla", del siglo XVI, elaborado a base de cartón y cola, por considerarse uno de los antecedentes del tallado en madera policromada.
Entre las piezas también se encuentran algunas realizadas por los seguidores de su obra, representados por Andrés Solanes, con el paso de "La Oración del Huerto", y Luis Fernández de la Vega, con la obra "San José con el Niño".
Además, se puede ver material relacionado con la talla en madera como gubias, formones, una lija de piel de tiburón y utensilios para dorar las imágenes, "herramientas de la época que artistas como Gregorio Fernández utilizaban para realizar su obra", ha explicado el comisario de la muestra.
Muchas de las obras que reúne la exposición, financiada por Caja Duero en colaboración con el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León y que se puede ver desde hoy y hasta el próximo 24 de febrero, han sido rehabilitadas y limpiadas para esta ocasión, según ha señalado Román.
La inauguración de esta muestra precede a la celebración de un congreso, entre el 7 y 9 de febrero, sobre el contexto cultural, político y religioso en el que vivió Fernández, uno de los principales imagineros de la época, de origen gallego y que puso taller en Valladolid al hilo de la Corte.
Fuente: EFE
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